jueves, 3 de noviembre de 2016

No, no soy un ángel.





     No, no soy un ángel, al menos no de los que vienen a nuestra mente cuando oímos esas palabras.

     Últimamente esta frase, se ha puesto muy de moda, sobre todo por ser lo contrapuesto a los "Ángeles" de Victoria Secret. Esas mujeres "perfectas", que pasean unas alas impresionantes, al igual que sus cuerpos, provistas únicamente de una lencería exquisita, al alcance de las privilegiadas, y que son prototipo de lo que toda mujer debería de ser, según la moda....así que NO, NO SOY UN ÁNGEL.

     Otros, vienen provistos de alas, y no tienen sexo definido...no cumplo ninguno de esos requisitos, y tampoco sé tocar el arpa u otro instrumento celestial, así que NO, NO SOY UN ÁNGEL.

     Tengo defectos, y no pocos. Siento ira y rabia en muchas ocasiones, a veces porque veo injusticias a mi alrededor, otras porque siento que se ríen de mí, o lo intentan, y a veces me puedo controlar, y otras no...y estallo, así que NO, NO SOY UN ÁNGEL.

     Ni siquiera tengo una cara angelical, ni unos ojos propios de un ser celestial, pero me gusta lo que me hacen ver, lo terrenal, aunque si es cierto, que mirar a los ojos de los demás, me hace ver lo divino, aunque también lo maléfico....e incluso a veces me confundo, y la lío, pero que le vamos a hacer...NO SOY UN ÁNGEL.

     Pienso mucho en los demás, pero también en mi, y quiero estar bien, disfrutar, viajar, sentir, arriesgar para ganar o perder (de todo se aprende)...para ser un ángel, debería sólo pensar en el prójimo, así que NO, NO SOY UN ÁNGEL.

     Y seguiré adelante, con mis virtudes y defectos, con mis aciertos y errores, con mis amores y desamores, con mis michelines o sin ellos (cosa difícil pero no imposible), ayudando o ayudándome, porque ante todo y sobre todo, NO SOY UN ÁNGEL, SOY HUMANA, y como tal quiero vivir, y así moriré, sin alas, sin una mirada angelical, sin un corazón puro, sin poder lucir un picardías con glamour....pero con un sentido del humor, del honor y del amor, ¡¡que ya lo quisiera la de la lencería!! (que como no me paga por la publicidad, ¡bastante tiene con haberla nombrado una vez!).

     La vida es una continua lucha entre el bien y el mal, entre lo que debemos hacer, y lo que al final acabamos haciendo. Acertamos o erramos....y así toda la vida, porque no somos perfectos, ya que tenemos un poco de ángel y otra pizca de diablillo, y cada uno se posa en un hombro, y al final, ¡nos lían!

   Sea como sea, ¡feliz vida, con vuestros "ángeles y demonios"!

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