viernes, 31 de marzo de 2017

La injusta justicia.






     Hay veces que piensas en pedir que el mundo se pare para bajarte, pero luego recapacitas, y ves que también tiene sus cosas buenas, y mejor que siga girando para ti y los tuyos, aunque debería pararse para algunos, y no para que se bajen, sino para echarlos a patadas. ¿Qué soy muy borde?, es posible, pero ¿y lo ligerito que se iba a quedar el planeta?

     Ladrones de guante blanco y no tan blancos. Personajes que utilizan su poder para beneficio propio, y cuando los pillan, sólo les falta decir: pío, pío, que yo no he sido. Mujeres y hombres, que no sabían de donde sacaban las bolsas o maletines de dinero sus parejas, cónyuges o pegados, ¡vamos, lo que viene siendo dame pan y dime tonto! perdón, mejor dicho, me hago el tonto o la tonta, y sinceramente, hay algunos que lo hacen de puta madre, yo creo que deberían nominarlos a algún premio como mejores actores o actrices.

     Gentuza que juega con los sentimientos de la buena gente, y que además tienen la poca vergüenza de grabarse mofándose de aquellos que han puesto su buena voluntad en ayudarles….(sabéis a quien me refiero, un señor calvo que está ahora muy de moda y mejor no me pronuncio, porque no he visto el vídeo, ni lo voy a ver, porque me entran nauseas sólo de pensarlo) 

     ¿Y piden cárcel para estos iluminados?

     Pues no, estoy en contra de mandar a la cárcel a estos personajes, en todo caso que me lleven a mi, que lo necesito más, me explico.

     No devuelven el dinero (porque claro, a su nombre no tienen nada, ya se han ocupado de ponerlo a nombre de familiares y allegados), y los llevamos a un edificio, donde si es cierto que no van pisar la calle, pero tienen gimnasio, piscina, talleres, televisión individual, actividades culturales, biblioteca, pueden cursar estudios sin pagar nada, vamos, lo que viene siendo educación gratuita, y un largo etcétera de cosas, que pagamos todos con nuestros impuestos, y además de todo esto, ¡salen con paro! ¡Y no sólo eso, sino que además, cuando salgan, algunos irán plató por plató, y a ganar más pasta! ¿de verdad los vamos a mandar a la cárcel? os explico lo que yo haría:

     1. Como ellos no tienen nada a su nombre, pues a calcular lo que han quitado, y como seguramente coincidirá con el patrimonio que tienen pareja y/o cónyuge e hijos, y resulta que ninguno trabaja, y por arte de magia no creo que lo tengan….bueno, un poco de magia si, “ahora lo ves, ahora no”, pues lo cogía todo, y ¡hala! a dedicarlo a sanidad, educación, etc…

     2. Nada de cárcel, y tampoco dejarlos en la calle, no vamos a ser como ellos, un pisito modesto, en un barrio modesto, y al día siguiente, a echar curriculum por todos sitios. Al ser posible, inhabilitado para desarrollar su trabajo de siempre, porque sino volvería a hacer de las suyas, y un trabajito de esos con los que se supone que el español de a pie, vivimos de puta madre, que son mil euros al mes, si llega, ¡¡y a sobrevivir!!, eso, eso para ellos es peor que la cárcel. Pero, por supuesto, aunque has devuelto el dinero, el delito tienes que pagarlo de alguna manera, pues ya está, un pico y una pala, ¡y algo se nos ocurrirá en tus horas libres!.
     
     3. A los que juegan con las enfermedades….a esos todavía no se me ha ocurrido que hacerles….además de lo anteriormente citado. Creo que eso tengo que cocerlo a fuego lento, me refiero a la idea, a él me quedo con las ganas, pero es delito, por eso utilizo el sarcasmo.

     Hoy en día, la cárcel para estos sujetos, no supone ningún problema, seguramente si fuese yo, no tendría tantos privilegios, o mejor dicho, no tendría ninguno,  y entraría a ella por muchísimo menos. Y aunque siempre he creído en la justicia, todo lo que acontece últimamente, me hace dudar, que no tenga algún agujerito en esa venda que lleva en los ojos, y actúe según el poderoso caballero, ya sabéis, ese al que llaman Don Dinero…perdón señora justicia, quizá usted lo hace bien, pero para variar,algunos de los humanos que hablan en su nombre, la cagan.

      Seré escasa o nula de bienes y dinero, pero rica en valores morales, aunque últimamente, no cotizan en casi ningún sitio. 

     Termino con una frase que me encanta, y que le dedico a estos personajes: Ojalá Dios te guarde, ¡¡y se le olvide donde!!

     ¡Feliz vida!

     





     

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