Pequeños grandes guerreros.

  

    Hoy, jueves 6 de Abril de 2017, para mi será un día imposible de olvidar. Hoy he conocido a personas maravillosas, y de su mano, he ido a conocer a personas increíblemente especiales.

    A las 08:00 de la mañana, he salido rumbo a Alicante, hacia el Hospital General, donde los niños hospitalizados en oncología nos esperaban para hacer de hoy, un día mágico, y así ha sido. 

   En la puerta he conocido a Antonio Bordera y Miriam Solana, ellos iban cargados de pelucas, sombreros y sobre todo de mucha ilusión, que es lo más importante. Allí mismo se han unido Consuelo Ortiz (lo primero que hemos hecho ha sido quemarnos la lengua con el café, por llevar prisa, eso ya nos ha unido para siempre….y nos ha pelado la lengua para lo que quedaba de día), maquilladora y una chica sensible, guapa y profesional de los pies a la cabeza, Miguel Ángel Pérez que ha sido el encargado del making of y Miguel, que aunque ha sido un visto y no visto, también ha hecho su papel. Todos juntos hemos subido a la quinta planta, donde nos esperaban Ruth Pérez y Marisa Ibáñez, las profes de estos niños tan especiales, y al menos a mí, me han conquistado al primer minuto. Mujeres alegres, emprendedoras, tiernas, con una luz increíble, y que demuestran que la palabra vocación, es mucho más que una simple palabra, llevándola a niveles muy altos, y donde se ve lo mejor del ser humano. 

     Poco después se terminaba de formar el grupo, llegaban Antonio Lozano y Mercedes Andúgar con sus cámaras en mano, y seis jovencitos, que empiezan en el mundo del modelaje, y hoy han lucido más guapos que nunca, Bruno, Daniel, Christian, Rafa, Rebeca y Mónica.

    ¡Todo preparado para el desfile de pijamas!

    Los verdaderos protagonistas de este día han empezado a llegar, y a iluminar la estancia donde estábamos con sus sonrisas y sus ojos brillantes llenos de curiosidad. Hemos tenido entrenadores de Pokémon, que se han maquillado como sus personajes favoritos. Forofos de equipos de fútbol que se han llevado la cara pintada con los colores del su equipo. Princesas encantadoras, que no encantadas, que han elevado la palabra glamour a un nivel que difícilmente se puede superar. Piratas, de los buenos, ¡por supuesto!, que han surcado mares en su silla de ruedas, e incluso alguno que ya ha hecho planes de futuro, y nos ha explicado que va a tener su propio barco, y aunque le han ofrecido ayuda para construirlo y el por supuesto la ha aceptado, ha dejado muy claro, ¡que el pirata jefe, iba a ser él! ¡Pero si hasta hemos tenido un dragón!

     Incluso hemos tenido un padre, que ha venido a maquillarse, ya que su hijo no quería salir de la habitación….¡y hemos descubierto que es Spiderman! bueno, un poco mayor, pero estas cosas no tienen edad, ya se sabe, lo que no haces en cuarenta años, lo haces en un día, pero….¿que no haríamos por nuestros hijos?

     ¡Y que contaros de Imán! Una niña preciosa, que ha venido a vernos en su cama, ya que no podía de otra forma, y que además de ser una princesa bellísima, ha pedido desfilar con su pijama, en su cama, ¡por supuesto! Y ha demostrado ser una modelo con futuro, porque la elegancia con la que ha lucido su pijama, con un paragüas chino como complemento, ¡ha sido lo más!

     Y los más peques en sus sillitas, con sus ositos abrazados, y a los que les hemos puesto también pañuelos piratas y chupete rockero….hay que enseñarlos ya de pequeños, que luego se van para estilos musicales raros y no puede ser. 

     El pasillo de la planta de Oncología Infantil, se ha llenado de risas, complicidad, diversión, esperanza, pañuelos piratas y pin up, incluso dos maquilladoras muuuuy especiales, que han dejado a mi compañera guapísima, y han dado los últimos retoques bajo mi supervisión….mi compañera me decía que no les diese más instrucciones, y la verdad es que aún no lo entiendo….

     Abrazos que saben a libertad, besos que huelen a sinceridad, miradas que te cuentan una vida, y charlas que reconfortan el alma, eso es lo que he sentido hoy. Me he venido llena de vida, de esperanza, de ilusión. Me han enseñado que ser pequeño, no está reñido con ser valiente. Que a pesar del poco tiempo que llevan en este mundo, son más sabios que muchos de nosotros, y que cuando sean mayores, van a hacer de este planeta, un mundo mejor.

     Y se que lo van a hacer así, porque conmigo lo han conseguido. Me han conquistado, me han enamorado, tanto ellos, como sus padres, como mis compañeros. Gracias a todos, por demostrarme que si podemos tener un mundo mejor, porque con corazones como los vuestros, todo es posible.

     Mis pequeños grandes guerreros, nos vemos muy pronto, pero no porque me necesitéis, sino porque yo os necesito a vosotros.

     ¡Feliz vida!